El tiempo pasa volando. Sé que es un tópico, pero no por eso es menos cierto. Y es que mirando la fecha del último post, me doy cuenta de que hace ya medio año que no pasaba por aquí...
La última vez, mi recién estrenada nueva vida (o NewLife 2.0, siguiendo el estilo de Web2.0 o Internet 2.0, que es lo que se lleva ahora) estaba en fase beta. Ahora, diríamos que está en una fase de rediseño operativo.
En lo personal, precisamente esto días estamos pasando por una de esas etapas en las que se echa la vista atrás y se lavan los trapos sucios, se lanzan a la cara de la pareja, y al final se acaba con mimos y arrumacos mientras nos lamemos mutuamente las heridas. Y es que estas etapas de cariño, tenemos que hablar no siempre son tan malas como las teleseries americanas nos pueden hacer creer.
En lo profesional, he llegado a un equilibrio dinámico entre cómo me gustaría que fueran las cosas y el esfuerzo que me costaría conseguirlo y el estado actual de las cosas. A la práctica, significa establecer un compás de espera --que no de inactividad-- aguardando la oportunidad en la que los esfuerzos puedan ser recompensados.
Y es que, tan importante como saber luchar en la batalla, es afilar las armas antes de ésta.
P.D. Esta es la segunda re-edición del post. Cosas de la vida, la versión anterior se ha perdido antes de que se publicara... Sniff.
La última vez, mi recién estrenada nueva vida (o NewLife 2.0, siguiendo el estilo de Web2.0 o Internet 2.0, que es lo que se lleva ahora) estaba en fase beta. Ahora, diríamos que está en una fase de rediseño operativo.
En lo personal, precisamente esto días estamos pasando por una de esas etapas en las que se echa la vista atrás y se lavan los trapos sucios, se lanzan a la cara de la pareja, y al final se acaba con mimos y arrumacos mientras nos lamemos mutuamente las heridas. Y es que estas etapas de cariño, tenemos que hablar no siempre son tan malas como las teleseries americanas nos pueden hacer creer.
En lo profesional, he llegado a un equilibrio dinámico entre cómo me gustaría que fueran las cosas y el esfuerzo que me costaría conseguirlo y el estado actual de las cosas. A la práctica, significa establecer un compás de espera --que no de inactividad-- aguardando la oportunidad en la que los esfuerzos puedan ser recompensados.
Y es que, tan importante como saber luchar en la batalla, es afilar las armas antes de ésta.
P.D. Esta es la segunda re-edición del post. Cosas de la vida, la versión anterior se ha perdido antes de que se publicara... Sniff.
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